El Burgos sumó (4-0) otra dura derrota (séptima seguida y octava en lo que va de liga) en el feudo de la Ponferradina. Otro varapalo, otro correctivo para un Burgos que no espabila y que comienza a sentirse incapaz de sacar los partidos adelante. El estado anímico de la plantilla no parece recuperarse y hoy volvió a sufrir otro duro revés.
La cosa no pudo comenzar peor para el Burgos en lo que era el primer partido de Álvarez Tomé en el banquillo burgalés. La expulsión del portero Mikel Aurreko y el penalti posterior a los cuatro minutos de juego de iniciarse la contienda, condicionó un choque que desde ese minutos se puso cuesta abajo para los bercianos y muy empinado para el Burgos que tuvo que sacrificar a Troiteiro para dar entrada al segundo portero, Aitor. Yuri desde los once metros no desperdició el regalo y anotó el primer tanto local.
La Ponferradina, muy superior comenzó ha hacerse dueño del partido creando mucho peligro por medio de su atacante Yuri. En el diecinueve llegó el segundo, obra de Jonathan tras recibir a pase de la muerte un balón de Mateo.
Yuri mediada la primera parte, incrementaba distancias con un disparo cruzado, tras recibir un pase dentro del área. Tres a cero y partido sentenciado. El primer acercamiento del Burgos a la puerta rival no llegó hasta el final de la primera parte, por medio de Rufino.
Cambios en el banquillo burgalés en el descanso. Gonzalo algo renqueante dejó su sitio a José Rodríguez. La puntilla llegó con el cuarto gol, obra de nuevo de Jonathan, tras batir a Aitor de disparo raso. Los bercianos siguieron llevando el control del partido y el nuevo técnico del Burgos decidió renunciar al ataque viendo la superioridad del rival. Salió Castells por Addison y el chaparron de goles blanquiazul cesó. El único bagaje del Burgos en esta segunda parte se traduce en un disparo fuera de Castells y otro de Elías.
El Burgos sigue batiendo registros negativos históricos. El equipo no reacciona y parece sentirse incapaz de sacar esta situación adelante. Por si esto fuera poco, el domingo visitará El Plantío ,el líder, el Mirandés, un conjunto que siempre que ha visitado El Plantío en liga a acabado perdiendo. Y no parece que esa tendencia se vaya a mantener esta temporada.
Confiemos en el trabajo de Álvarez Tomé, al que se le ha encargado la dificil tarea de salvar al equipo de la quema, después de los contínuos despropósitos que se han cometido en el Burgos desde el ascenso en Mayo.
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