lunes, 12 de marzo de 2012

El Burgos se aferra a la vida (2-1)

Los goles de Iray y José Vega permitieron al Burgos sumar tres puntos de oro ante la Deportiva Ponferradina.

El Plantío volvió a vivir una de esas tardes emocionantes de fútbol con sufrimiento hasta el pitido final del árbitro. Pocos podían pensar en una victoria ante la ‘Ponfe’ pero el duro trabajo de los hombres de Tomé dio hoy un triunfo tan importante como necesario. La salvación sigue estando lejos, a ocho puntos, pero las sensaciones que dejó hoy el equipo son muy buenas poniendo de manifiesto que a cualquier rival se le puede ganar. Con trabajo, orden defensivo y acierto de cara al gol, el Burgos nos demostró hoy que aun hay opciones para creer en la salvación.

Tomé planteó un once en el que se quedó fuera Jorge Troiteiro. Reapareció Gonzalo y Kike Tortosa que volvieron a la titularidad. El partido comenzaba con dos imprevistos para el Burgos, pues el portero Jonathan y el defensa Urbano tuvieron que abandonar el terreno de juego por lesión. Aurreko y José Rodríguez salieron en su sustitución.

La Deportiva comenzó avisando por medio de Yuri que pudo marcar hasta en dos clarísimas ocasiones. No fue hasta la segunda mitad, cuando en una buena internada por banda derecha, el cuadro berciano se adelantaba en el marcador gracias a un gol de Sergio Rodríguez.

El gol cayó como una losa, pero el equipo, en vez de venirse abajo como en otras ocasiones, buscó la portería rival hasta encontrar su premio. Y fue Iray quien aprovecho un balón dividido en el área para batir a Orlando a bocajarro. La afición quería más y el equipo, no defraudó. Encerró a toda una Ponferradina que acabó desquiciada con varias ocasiones claras. Pero el gol se demoró hasta el minuto 85 cuando un centro de Arkaitz desde la derecha lo aprovecha José Vega para batir al meta berciano y llevar el delirio a las gradas de El Plantío que volvieron a festejar un triunfo de su equipo. Yhavé puso la intriga en los minutos finales y a punto estuvo de hacer el gol de la jornada después de que el larguero escupiese el disparo del vigués desde el centro del campo.

Siguiente parada: puta miranda

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