El esfuerzo se ve recompensado para el Burgos Club de Fútbol en su encuentro ante el CD Ourense. Un excepcional arranque de los blanquinegros sorprendió al conjunto rojillo que veía como Carralero, de falta directa, anotaba el único tanto del partido a los tres minutos de juego. Los de Calderé acorralaron a los gallegos, que veían como el Burgos era muy superior en la primera mitad y aunque en la segunda ganaron presencia, no consiguieron el tanto de la igualada.
Con un inicio arrollador, el Burgos pudo sentenciar el partido en los primeros compases tras el gol de Carralero. Arkaitz dos minutos después no llegaba a controlar un balón que Pato, muy atento, salía de su portería para bloquear el ataque del delantero albinegro.
No sería la única ocasión clara para los locales en la primera mitad para sentenciar, ya que a los doce minutos de juego, tras otra jugada de Carralero por banda izquierda, conseguía driblar a tres defensores para colocar el balón al área pequeña, pero Prats y Gabri se molestaron en el salto y el remate del segundo se fue fuera por muy poco.
Con el paso de los minutos, el Ourense comenzó a despertar de su letargo, consiguiendo inquietar la meta defendida por Aurreko a balón parado. La primera ocasión clara de los visitantes para empatar, llegaría a los quince minutos de juego cuando un falta botada desde línea de tres cuarto esta repelida por el guardameta burgalés, quedando el balón muerto en el área y favoreciendo a Yebra que no se lo pensó, pegando el cuero en un defensor que desvió la trayectoria a saque de esquina.
El partido iba adquiriendo ritmo, el Burgos se gustaba y además de controlar el partido, desplegaba su mejor juego ante uno de los rivales llamados a luchar por el ascenso de categoría.
Mediada la primera parte, el Ourense volvió a tener el empate, esta vez en botas de Alex Fernández que recogía un balón rebotado en Maureta en la frontal, pero el balón se fue por encima del travesaño.
Gabri y Arkaitz tuvieron también sus oportunidades en el minuto treinta y cuatro y cuarenta y cinco respectivamente, pero el tiro del primero salió mordido, sin problemas para Pato y el tiro del segundo, buscando sorprender desde la banda derecha se topó con el lateral de la red.
Tras el paso por vestuarios, el Burgos buscó continuar con su control del partido, pero el Ourense, tras mover banquillo en busca de mayor mordiente, consiguió frenar el ímpetu del Burgos que, retrocedía metros en afán de fortalecer la línea defensiva, pero continuaba creando peligro al contragolpe.
Una rápida carrera de Andrés por el carril central acabó con el disparo del lateral sobre portería, pero Pato, atento, interceptaba el lanzamiento. La jugada más clara de gol de los locales en este segundo tramo del partido llegaría mediada la parte, cuando un centro de Torres desde la izquierda no era rematado por milímetros por Abdón Prats ni Arkaitz que llegaba en segunda línea.
Yebra, en falta directa obligaba a Aurreko a despejar con contundencia y fuerza de puños otra jugada de peligro visitante.
Ya en el filo final del partido, Borja Valle veía la segunda cartulina amarilla, un tanto rigurosa que dejaba a su equipo con diez y enterraba las esperanzas gallegas de neutralizar el partido, mientras el Burgos se limitó a mantener la renta ante un rival ya mermado, consiguiendo así una importantísima victoria de fuerza que devuelve al Burgos a la sexta plaza de la clasificación tras vencer a un rival directo y sigue a la estela del Real Avilés que marca el cuarto puesto de play off de ascenso a Segunda División del que dista tan solo un punto.
El próximo partido no será tampoco nada fácil para los intereses del BCF, ya que visita el difícil campo del Coruxo vigués pese a estar en puestos de descenso.
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